Europa sabe que tiene un grave problema con la contaminación de las ciudades. Algunos responsables políticos tratan de tomar iniciativas, pero otros no. Así funciona la Unión Europea en la actualidad: problemas importantes como éste se dejan a criterio de los gobernantes locales. La Comisión Europea aconseja e, incluso, puede multar a quien no tome las medidas oportunas para reducir la emisión de gases contaminantes.
Ahora, varias organizaciones que luchan por la movilidad sostenible, como Ecologistas en Acción, Stop Accidentes, Andando y Conbici, han presentado una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) en la que piden que se prohíba circular a más de 30 km/h en los núcleos urbanos. De este modo, se conseguirían ciudades más habitables, seguras y, sobre todo, menos contaminadas. Para llevar la propuesta al Comisión Europea necesitan más de un millón de firmas en toda Europa.
En el caso concreto de España, la iniciativa espera conseguir unas 50.000 firmas. Hay algunas razones para apoyar la propuesta:
- Menos muertes por accidente. Se reduciría el número de personas atropelladas en las ciudades y la gravedad de las lesiones. Al reducir la velocidad, se reduce también la distancia de frenada desde los 53 (si se circula a 50 km/h) a los 36 metros. Las posibilidades de morir en un atropello serían nueve veces menos.
- Más viandantes y bicicletas. Se apoyaría modos sostenibles y no contaminantes de transporte, como caminar o ir en bicicleta. Muchas más personas se animarían a coger la bicicleta si los coches fueran a menor velocidad y con más cuidado.
- Menos contaminación. No sólo atmosférica, sino también sonora. Incluso los propios coches emitirían menos gases de efecto invernadero porque habría menos acelerones y frenazos. El ruido se limitaría, si no se sobrepasan los 30 km/h, a un máximo de 3 decibelios. El 80% de la contaminación acústica de las ciudades europeas proviene del tráfico. Dos de cada tres residentes en ciudades españolas medias o grandes viven en ambientes sonoros considerados inaceptables.
- Menos combustible. Disminuiría el consumo de combustibles, lo que mejora la balanza comercial del país y un ahorro en recursos financieros. En España, en 2011, la compra de petróleo supuso el 63,1% del total del saldo comercial del país, frente a un 43,5% en 2010.
FUENTE: ecologiaverde