Hola, me llamo Carmen.
Un día llegué a El Barraco solicitando ayuda para encontrar trabajo. Me explicaron que éste es un pueblo de 1800 habitantes, donde la población es mayoritariamente envejecida y, desafortunadamente, con pocas salidas laborales.
Lejos de desanimarme, vi que tenían preparado un taller de estimulación cognitiva y mi curiosidad brotó. Quise quedarme, quise verlo y fue ahí, en ese taller, donde surgió mi flechazo con el voluntariado.
Casi de inmediato, supe que quería formar parte de la familia de Cruz Roja y aportar alegría a quien hiciera falta. Conecté con las personas mayores del taller y también con los usuarios del huerto infantil.
Aunque también vino el cáncer, ni siquiera él me iba a separar de mi romance con el voluntariado y, ya repuesta, tengo ganas de seguir dando guerra, guerra de la buena.
Un día estábamos en la Residencia de la Tercera Edad, donde procuramos ir una vez al mes a cantar con las personas mayores, a leerles cuentos o a hacer manualidades. En Navidad montamos una coreografía en el acto con All I want for Christmas, de Mariah Carey. Es emocionante compartir este tiempo con ellos.
Cruz Roja me ha cambiado la vida: aquí puedo aportar, aquí puedo ser yo.
¿Es carnaval? Me visto. ¿Es Halloween? Puedo ser la hechicera. Y si es Navidad, Mamá Noel…
Tengo mucho aún por dar. Y me gustaría darlo en Cruz Roja.
Carmen
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Fuente: https://www.cruzroja.es/principal/web/socios/historias-extraordinarias