Los materiales valorizables que contienen los AEE (ver apartado ¿Qué características tienen?) suponen un recurso que no debe ni puede perderse, y que tienen que recuperarse en la última etapa de la vida, cuando se transforme en residuo, a través del reciclado o su valorización. Una recuperación efectiva de estos metales o materiales es esencial, de modo que puedan estar disponibles para fabricar nuevos AEE u otros productos, de manera que esos recursos puedan ser conservados para futuras generaciones.
Asimismo, existen sustancias peligrosas en este tipo de aparatos que, si bien son necesarias para garantizar su funcionalidad, pueden emitirse al medio ambiente o ser perjudiciales para la salud humana si, una vez convertidos en residuos, los aparatos no se gestionan y tratan adecuadamente. Es por eso que todas las etapas de la gestión, desde su recogida, almacenamiento, transporte y tratamiento deben hacerse en unas condiciones seguras, sin mezclarse con otros flujos de residuos (recogida separada) y que eviten manipulaciones o roturas que puedan liberar este tipo de sustancias peligrosas.
Fuente: Magrama