Las bombillas de bajo consumo tipo CFL (fluorescentes compactas) fueron diseñadas para ahorrar energía en beneficio del medio ambiente. Sin embargo, estas bombillas supuestamente “ecológicas” son una trampa mortal y altamente contaminantes; tan es así, que pueden conllevar serios riesgos para la salud. Si caen al suelo y se rompen, liberan mercurio, una de las sustancias más tóxicas que existen para humanos y demás habitantes del planeta.
Actualmente existen tres tipos de bombillos de bajo consumo:
Bombillas halógenas, nacieron para los coches, luego vinieron las llamadas dicroicas y hoy en día existen bombillas de formato convencional pero con esta tecnología, y consumen la tercera parte que la bombillas tradicionales.
Bombillas CFL, (Fluorescentes compactas) gastan unas 10 veces menos, y tienen una mayor vida útil, tienen la misma tecnología que los fluorescentes comunes, contienen mercurio por lo que hay que ser cuidadoso en su uso y manipulación.
Bombillas LED, es la mejor tecnología disponible, no presenta riesgo para la salud, gastan unas 20 veces menos, tienen una vida util mucho mayor que cualquiera de las otras, su luz es mas cálida y direccional, son bastantes mas caras (aunque actualmente han bajado mucho de precio), pero debido a su larga duración y bajo consumo en verdad terminan resultando mas económicas.
Que hacer si se nos rompe una bombilla fluorescente compacta:
Primero salir de la habitación por 15 minutos aproximadamente, luego entrar y ventilar la habitación otros 15 minutos, luego recoger todos los trozos ponerlos en un frasco o bolsa tipo ziploc, para llevarlos a un centro de reciclaje.
Fuente: Ecocosas.com