La Consejería de Justicia e Interior ha sustituido a la empresa Esabe por Castellana de Seguridad (CASESA) para la prestación del servicio de vigilancias en las sedes judiciales de Sevilla, lo que ha supuesto la reducción de 26 a 12 del número de vigilantes destinados a este servicio. El cambio se ha producido, según la Consejería, una vez finalizado el contrato y dentro de la «normalidad» de los procedimientos de contratación pública, pero ha coincidido con las denuncias de los trabajadores contra Esabe por el impago de sus nóminas desde hace meses y que ha llevado a los vigilantes a una situación insostenible, al acumular la empresa una deuda media de más de 6.000 euros con cada trabajador.
CASESA comenzó a prestar servicio el pasado 1 de noviembre y han continuado sólo 12 trabajadores en las labores de vigilancia de los juzgados, aunque según la Junta la antigua concesionaria, Esabe, se ha comprometido a «recolocar a estos trabajadores en las futuras vacantes que surjan y en la cobertura de las nuevas necesidades de vigilancia que puedan plantearse».
El cambio de empresa y la reducción de los vigilantes se produce en una nueva configuración de los accesos a los juzgados de Instrucción ubicados en el Prado de San Sebastián, donde se ha cerrado la puerta de salida que existía y ahora tanto la entrada como la salida se realizan por el mismo punto, lo que ha permitido retirar a un guardia civil que controlaba esa puerta.
La Junta asegura que el nuevo contrato con CASESA responde a los «criterios de racionalización del gasto y optimización de los recursos» que impulsa la Consejería y supone un incremento de la seguridad pasiva, con la instalación de cámaras en distintos puntos.
FUENTE: Diario de Sevilla