La suspensión de procesiones en los últimos años ha hecho florecer el negocio de las pólizas que cubren parte del gasto de las hermandades en caso de anularse el desfile.Desde hace más de un lustro es tema recurrente en Semana Santa: la lluvia. Supone un contratiempo tanto para quienes disfrutan de las vacaciones en el campo o en la playa, como para los que viven los desfiles de las cofradías en pueblos y ciudades de toda España. Para estos últimos, además de un contratiempo, supone una importante pérdida económica. Por eso, muchas de estas hermandades están recurriendo a la contratación de pólizas de seguros que les devuelva una parte del dinero gastado en caso de que se suspenda la procesión
Sacar una hermandad a la calle en Semana Santa cuesta unos veinte mil euros de media. De ese dinero, una parte importante no se recupera en caso de que la cofradía no salga debido a la lluvia. Es el caso de las flores que adornan los pasos, o lo que se paga a las bandas de músicos -que cobran aunque no haya desfile-, o una parte de la cera. Después de varios años seguidos con inestabilidad atmosférica y precipitaciones en muchos días de la Semana Santa -algunas hermandades, como la del Cachorro de Sevilla, han encadenado hasta tres años consecutivos sin poder salir debido a la lluvia-, la correduría de seguros con sede en Córdoba ‘Rodolfo Serván’ que decidió proponer una póliza a las hermandades que quisieran tener cubierto parte de ese gasto ante una inclemencia meteorológica. Y el interés va en aumento no sólo en Andalucía, sino en otras comunidades como Murcia o Extremadura.
Estos seguros se contratan con una antelación máxima de 15 días previos a la Semana Santa. En ese momento todavía es difícil saber cómo se comportará la meteorología durante los días de las procesiones -y más en la primavera, con una meteorología tan cambiante-. Ese es el riesgo que corren las hermandades. La compañía de seguros, por su parte, se arriesga a que llueva el día señalado. «La cantidad de lluvia tiene que superar los tres litros por metro cuadrado en una hora», asegura Rodolfo Serván. «También se asegura en caso de rachas fuertes de viento, a partir de 62 kilómetros por hora». El seguro es muy similar al que se contrata para conciertos y otros eventos al aire libre. En el caso de que las hermandades aseguradas decidieran salir a la calle a pesar de la amenaza de lluvia, dejarían de estar cubiertas por el seguro desde el momento en el que empezaran a salir los nazarenos a la calle.
En la actualidad, la póliza por contingencia meteorológica es una de las muchas que se ofrecen a las hermandades para asegurar su patrimonio, tanto material como humano. Tradicionalmente, las corporaciones de Semana Santa se han cubierto en caso de incendios que pudieran destruir sus imágenes o enseres. Hoy en día, además, se aseguran también contra los robos, contra los daños que pueda sufrir el patrimonio tanto en las procesiones como en otros actos o exposiciones, y se firman pólizas para asegurar a los costaleros o portadores de los pasos e, incluso, a los nazarenos. «Se cubre hasta el infarto», señala Rodolfo Serván. «Los nazarenos van con las caras tapadas, algunos respiran mal, etc. Y se cubren los accidentes a los costaleros, la asistencia sanitaria y pruebas diagnósticas para identificar los daños que haya podido sufrir. Hay, incluso, un seguro de accidente no sólo para el día de la procesión, sino también durante los ensayos. Alguna vez ha ocurrido que un paso ha sido alcanzado por un coche o por un camión durante una noche de ensayo y lo ha destrozado».
Hace unos años, este tipo de seguros no estaba muy extendido. Ahora, en vista del interés creciente por parte de las hermandades, otras agencias y compañías están oliendo el negocio. Así que las beneficiadas con la competencia son las propias hermandades. «El tipo de seguro es como el que se hace a una empresa», recuerda el presidente de la Correduría de Seguros Rodolfo Serván, con presencia en todas las provincias españolas. «Se cubre el patrimonio y la responsabilidad civil de las hermandades en todos sus actos».
Asegurar el patrimonio de una hermandad cuesta en torno a los dos o tres mil euros al año, lo que daría cobertura a los riesgos más importantes a los que se exponen durante todos y cada uno de los días del año, incluyendo el de la salida procesional.
Fuente: Cadena Ser