Los automóviles alimentados por electricidad son el supuesto futuro del automóvil y lo son porque están libres de emisiones que favorecen el efecto invernadero. Pero, ¿lo están realmente? Técnicamente así es, es decir: mientras circulan, cierto es que no emiten ni un gramo de CO2. Ahora bien, si se analiza de dónde proviene la energía la cosa ya no es tan bonita como la pintan en un principio.
La conclusión de un estudio realizado en Norteamérica por Union of Concerned Scientists es clara: si la energía se obtiene con procesos contaminantes, ¿hasta qué punto podemos hablar de ecología en un coche eléctrico? Si la planta energética con la que tienen el acuerdo los fabricantes produce energía a partir de una hidroeléctrica o de fuentes renovables como la energía solar o eólica sí se podría hablar de mínimas emisiones. Pero, por el contrario, si lo que genera la electricidad es una planta nuclear, estamos hablando de la utilización de combustibles fósiles que contaminan a mayor escala de lo que lo hace un vehículo de combustión convencional.
No es el primer estudio que se hace al respecto. En España, el año pasado, salía publicado un artículo en los Cuadernos de Energía, realizado por el Club Español de la Energía, que analizaba la eficiencia de un coche eléctrico. En este análisis se exponía que había que tener en cuenta todo el proceso que requería la utilización de la energía eléctrica como combustible, desde que se elaboraba la misma hasta su llegada a un coche dado, lo que incluye el transporte o la carga de la batería en concreto. La conclusión era la misma: si la obtención de la energía era a partir de energías renovables si se podía confirmar el ahorro de emisiones, pero no era así en el caso de las plantas nucleares o a partir de combustibles como el gas natural.
De igual manera, algo que se plantean los expertos en la materia es el tema de las baterías. Una vez la vida de éstas se agota, se convierten en un desecho que genera desperdicios que no son, a priori, reciclables. Un tema que se debería acometer una vez se popularizase el uso de vehículos eléctricos.
Llegados a este punto, cabe preguntarse qué ahorraría más emisiones y contaminación al planeta: ¿un modelo Diesel de cada vez mayor eficiencia, inclusive un híbrido, o un modelo eléctrico?
Fuente: Autopista.es