La Vuelta a España ha contratado a una compañía de seguridad, Casesa, para que sus empleados hagan las funciones de ‘chaperones’, las personas que escoltan a los corredores hasta el control antidopaje tras las etapas, y constatan que no se ha cometido ninguna irregularidad.
Unipublic ha preferido externalizar esta labor para evitar que se produzcan problemas. Según puede leerse en la definición de su página web, «Casesa ofrece unos servicios profesionales de seguridad, como consultoría, protección personal y vigilancia, a empresas e instituciones».
Los nuevos ‘chaperones’ van vestidos de uniforme, con pantalones vaqueros negros y polo azul con el logo ‘Servicass’. Durante la reunión con el jurado técnico celebrada el pasado jueves, les explicaron cómo desenvolverse cuando terminen las etapas. En su debut, en la contrarreloj de Sanxenxo, cumplieron perfectamente con sus obligaciones desde un discreto segundo plano. Y, de momento, la organización, los comisarios de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y los corredores, se muestran encantados con su presencia y actuación: «Han pillado el truco muy rápido y se mueven con soltura y efectividad».
«Sin apuros». A los chicos de Casesa les han prohibido hablar con la Prensa. Sin embargo, acceden a valorar sus primeras experiencias en la Vuelta sin ser citados: «Nos gusta el trabajo, no se trata de una actividad demasiado complicada. Además, podemos ver ciudades de España y viajar por todo el país. La mayoría de los corredores son simpáticos y nos facilitan las cosas, como el resto de la gente de la carrera». Todavía faltan los días clave de la ronda española, en la que el nerviosismo se apodera del pelotón, auxiliares y periodistas, pero los novatos no se amedrentan: «No vamos a sufrir ningún apuro, estamos preparados para cualquier inconveniente».
Fuente:As (http://ciclismo.as.com/ciclismo/2013/08/29/vuelta_espana/1377737779_946395.html)