La ciudad de Barcelona acogió ayer la primera reunión ejecutiva en nuestro país de Green eMotion, el proyecto promovido por la Comisión Europea para impulsar la movilidad eléctrica en Europa y crear un mercado que acelere su despliegue.
La iniciativa, en la que participan 43 socios, cuenta con presencia española a través de compañías de la talla de Endesa e Iberdrola, coordinadoras de las actividades de demostración del proyecto en España, así como con la colaboración de los Ayuntamientos de Barcelona, Málaga, Ataún y Madrid, de los centros de investigación Institut de Recerca en Energia de Catalunya (IREC), la Fundación Cidaut, Tecnalia y el centro tecnológico Cartif para la investigación y desarrollo del transportes y energía. Estas entidades tienen como objetivo trabajar conjuntamente en validar y demostrar las tecnologías que mejor fomentan el uso del vehículo eléctrico a nivel nacional desdeuna perspectiva europea.
El consorcio ha escogido Barcelona para el lanzamiento español de Green eMotion porque ha sido la segunda ciudad española en albergar una SmartCity, después de Málaga. El encuentro de dos días se celebra en las oficinas de Barcelona Activa en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, y está previsto que una delegación del proyecto visite la casa solar eficiente ubicada en el Paseo Marítimo.
La iniciativa Green eMotion trata de dar respuesta a la principal cuestión relacionada con la movilidad eléctrica, es decir, si es posible recargar un vehículo eléctrico en cualquier lugar de Europa.
El proyecto GeM es el marco elegido por la CE para conectar y relacionar las principales iniciativas de demostración que tiene actualmente lugar en Europa. En el caso de España, GeM recoge las principales iniciativas y experiencias estatales como el Plan Movele y sobre todo locales como la Oficina LIVE de Barcelona o los proyectos de SmartCity en Málaga y Barcelona y las iniciativas de car sharing en Madrid y Ataún (Guipúzcoa) para crear un mercado común que permita a los usuarios del vehículo eléctrico una movilidad total, es decir poder conducir libremente un vehículo eléctrico entre por ejemplo Madrid y Barcelona o dentro de la zona metropolitana de cualquier ciudad garantizando la interoperabilidad de soluciones y trasparente al usuario. La cuestión esencial es el desarrollo de procesos, estándares y soluciones de las tecnologías de la información, infraestructuras de recargas y redes inteligentes que permitan a los consumidores de vehículos eléctricos tener un acceso fácil y sin problemas a la infraestructura de recarga y a sus servicios asociados en toda la Unión Europea.
Más allá de la componente tecnológica del proyecto, el consorcio y las instituciones españolas que lo forman tiene como objetivo en esta primera fase acercar la movilidad a los potenciales clientes y ciudadanos en general a través de jornadas y eventos de demostración donde poder y probar conocer más de cerca las soluciones existentes en movilidad eléctrica. Conocer las inquietudes de los potenciales consumidores de servicios de movilidad eléctrica y su aceptación a los propuestas tecnológicas es clave para la correcta implantación de los resultados del proyecto.
Fuente: Ambientum.com